Antes de iniciarme en la lectura de este libro ya había tenido la oportunidad de leer la última parte de la colección de libros que suceden a este título: "Emilia en Chiloé" de editorial Andrés Bello. Al momento de leerlo tenía 12 años y había sido parte del plan de lectura que nos dio a conocer el colegio para quienes cursaban el séptimo básico; disfruté bastante la lectura sobre todo porque justo coincidió con el inicio de las vacaciones de invierno (acá en Chile se dan en el mes de julio) y más aún que tuve la oportunidad de viajar al sur de Chile- que es justo la zona donde se ambientaba esta obra- por lo que , aprovechando las clases de computación que tenía en ese entonces, investigué acerca de la obra y me enteré de que habían cuatro títulos antes del que yo estaba leyendo y en la que se encontraba esta, "Emilia. Intriga en Quintay" pero como no tenía dinero para comprarme los otros títulos quedaron relegados en el fondo de mi memoria prometiéndome algún día que los iba a obtener. Cuento corto, pasaron los años, terminé mi enseñanza básica y media e inicié la superior, empecé a trabajar los fines de semana y todavía no las había adquirido. Eso hasta que... se dió la oportunidad de asistir a la edición de la FILSA 2018- que por cierto más o menos nomás la edición- y entre visitas a cada stand presente me tope con el de la SM y es ahí donde me volví a encontrar con la edición nueva de "Emilia en Chiloé" junto a los demás títulos de la colección, así que los adquirí y heme aquí con el primero de.
Caleta Quintay
Fuente: turichile.cl
La historia gira en torno a Emilia, colegiala de unos 16 años que acaba de terminar tercero medio y se inicia a disfrutar sus vacaciones de verano. En el camino para dirigirse a Quintay -lugar donde transcurren los hechos y de donde es oriunda nuestra protagonista- se topa con Diego (18 años), joven que se inicia la carrera de arqueología en la universidad y que en un comienzo no es de mucha empatía para Emilia por su seriedad . Al llegar a la localidad costera hacen su aparición personajes típicos- aparte de los padres de la chica: Juan e Isabel- de un lugar pequeño: la vecina (doña Nenita), la señora dueña de una pensión (doña Zulema), los pescadores de la caleta (el Cabeza de huiro y el Negro), por ejemplo. A ellos se sumarán los personajes de Samuel, el tartamudo y mísero hippie (personaje que evolucionará de manera insospechada),los arqueólogos Juan López, Marcos Benítez y Rigoberto Romero, este último profesor universitario de Diego; los lugares donde se comentarán (el "Dorita", almacén de la localidad) y ocurrirán gran parte de los sucesos que desencadenan la historia: el cerro Curauma, lugar donde se oculta un fantasma que ha dado harto que hablar a los lugareños desde que se descubrió, en medio de la construcción de un campo de golf, un asentamiento indígena que ha asombrado a la comunidad científica, convirtiéndose en el tema de conversación para los habitantes acrecentando aún más el interés, sobre todo cuando al guardia que vigila el yacimiento arqueológico es golpeado brutalmente, teniendo como principal responsable al "fantasma" que ronda el lugar pues para quienes viven en Quintay no hay otra explicación aparte de la que manifiestan aquellas personas supersticiosas que dicen que de no haberse descubierto el lugar nada de esto estaría ocurriendo menos aún, se estaría "molestando" a las personas enterradas en el lugar.
A medida que se manifiestan estos hechos en Quintay, el par de jóvenes aunará fuerzas- sumándose a ellos Simbad, el perro de raza airedale terrier de Emilia, para investigar lo que está pasando, es decir, quién o quiénes está(n) detrás del "fantasma" que ronda el lugar y ha estado aterrorizando a quienes se acercan al cerro o a la ex ballenera, lugar emblema de la comunidad por su antigüedad y por su importancia dentro de lo que fue la industria ballenera durante la mitad del siglo XX en Chile.
Bien, el texto, al igual como me pasó con "Emilia en Chiloé" me dejó un buen sabor de boca. No obstante, al ser la primera parte de la colección de libros de Emilia Casazul (este es el apellido de la joven), la protagonista de a poco comienza a desarrollar la aptitud detectivesca que la caracterizará en las siguientes entregas dando a entender con este libro la afición que irá desarrollando nuestra entrañable heroína a medida que crece y se transforma en una mujer adulta.
*La foto del costado es la antigua ballenera de Quintay, parte del Consejo de Monumentos Nacionales
Buen libro para adentrarse en la lectura juvenil, si aún no se ha decidido lanzarse a por uno, que reúne los elementos necesario para mantenerse atento(a) a los sucesos que se van desarrollando en la historia. Nos solo reúne intriga, misterio y crimen sino que también junta temas como la amistad, el humor y algo de la profundidad de aquellos lugares ocultos en los mapas oficiales (agregando diversos chilenismos que sacarán más de una carcajada). Cabe también destacar la utilización de un lenguaje lleno de adjetivos, con una descripción rica en detalles, que se empeña en aflorar todos los sentidos, por ejemplo, cuando las autoras describen el paisaje envolvente o la comida: "Sentado frente a un enorme ventanal que dominaba la bahía de Quintay, el muchacho saboreó el delicioso congrio a la pimienta que había preparado Isabel", cumpliendo así su función como obra literaria: que nos entusiasme y nos haga trasladar a lugares que nunca en la vida habíamos oído escuchar; despertar la curiosidad y la imaginación.
PD: Los otros títulos de la colección: "Emilia y la dama negra", "Emilia. Cuatro enigmas de verano", "Emilia y la aguja envenenada" y "Emilia en Chiloé"
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miércoles, 7 de noviembre de 2018
Lectura anónima: "Emilia. Intriga en Quintay" de Jacqueline Balcells y Ana María Güiraldes
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